martes, 9 de mayo de 2017

El Neoclasicismo

TEMA 18º.-LAS ARTES EUROPEAS A FINALES DEL SIGLO XVIII Y COMIENZOS DEL XIX. EL NEOCLASICISMO: ARQUITECTURA (JUAN DE VILLANUEVA), ESCULTURA (CANOVA), PINTURA (DAVID). GOYA. LA PINTURA ROMÁNTICA (DELACROIX)

CONTEXTO HISTÓRICO

Los últimos años del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX son la era revolucionaria por excelencia que pone fin a la Edad Moderna y da comienzo a la Edad Contemporánea. En este período se produce la Primera Revolución Industrial, la Revolución Francesa y las Revoluciones Burguesas de 1820-1830-1848. Asimismo, en este tiempo se producen los primeros movimientos nacionalistas y obreros. Se trata de un período convulso en el que el Antiguo Régimen lucha por su supervivencia contra la Revolución liderada por una clase social: la burguesía.

Los dos movimientos culturales y artísticos de este período son el Neoclasicismo y el Romanticismo. Surgen como reacción al barroco “rococó” del Antiguo Régimen. Los dos tratan de exaltar la lucha por la libertad y el patriotismo cívico. Ambos movimientos beben de la Historia y se inspiran en ella, el Neoclasicismo prefiere la Antigüedad Clásica y el Romanticismo la Edad Media, en búsqueda de modelos morales y cívicos. Los artistas de ambos movimientos toman parte activa en los acontecimientos políticos de su época apoyando la revolución o los movimientos nacionalistas.

Respecto a la cronología: El Neoclasicismo se sitúa entre la segunda mitad del siglo XVIII y el final de las Guerras Napoleónicas (hasta 1815 aproximadamente, salvo en arquitectura), el Romanticismo se sitúa más bien tras la guerras Napoleónicas hasta la década de 1840.

EL NEOCLASICISMO

El Neoclasicismo es el Arte de la Ilustración, el Arte de la razón. Cuando nació el Neoclasicismo fue entendido como lo opuesto al Barroco y al Rococó (éste era el arte de la apariencia, de lo retorcido y caprichoso, es decir, de lo no racional).

Desde sus comienzos, el Arte Neoclásico es un arte academicista, es decir, que sus principios estéticos están dictados por una autoridad que define el buen gusto y decide qué es lo correcto y qué no lo es. Esta autoridad artística está ligada a las academias de artes que crearon los reyes ilustrados ( Luis XVI en Francia, Carlos III en España). Esto supone un encorsetamiento de la labor artística y un freno a la creatividad. Los revolucionarios verán en el Neoclasicismo la exaltación de la democracia griega o de la República Romana, la primacía de la razón frente a la aristocracia y por ello es el estilo que utilizarán los revolucionarios y Napoleón. Su cuna será Francia y de allí se extenderá por Europa junto con las ideas liberales.

El descubrimiento de las ruinas de Herculano (1719) y Pompeya (1748) impulsó el clasicismo frente a lo abigarrado del “rococó”,

CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA NEOCLÁSICA.-

El origen del Neoclasicismo se basó en la mezcla elementos fundamentalmente griegos y en algunas conquistas renacentistas ( cúpulas). Se utilizó el orden dórico ( con basa y éntasis) con fuste acanalado y muchas veces el capitel es compuesto o toscano, arquitrabes, frisos, platabandas, cornisas, frontones y tímpanos... Los tímpanos se vuelven a llenar de estatuas y relieves.

Lo que caracteriza a la arquitectura neoclásica es precisamente la desnudez decorativa. Los pocos elementos decorativos empleados (frontones, columnas, etc.) suelen tener una función constructiva y se caracterizan por la limpieza de líneas y los grandes paramentos lisos. Los edificios neoclásicos transmiten cierta frialdad, son totalmente racionales y por tanto, carentes de emociones.

La arquitectura Neoclásica simboliza la superioridad de la razón frente a la arquitectura barroca que ponía el énfasis en los sentidos y en las sensaciones. La Arquitectura Neoclásica es austera y sólida, simboliza los nuevos valores de la Ilustración y la burguesía (austeridad, prudencia, patriotismo, virtud moral).

Las construcciones neoclásicas responden a nuevas necesidades así un templo clásico se convierte en una Asamblea Nacional, en una iglesia o en un museo.

Entre las construcciones neoclásicas europeas tenemos que citar el Panteón de París construido por Soufflot ( Esta iglesia se inspiró en obras del pasado como el propio Panteón de Roma aunque también se tuvo en cuenta la influencia de Bramante en la cúpula), la iglesia de La Madelaine de Vignon, Arco deTriunfo de Chalgrin

Otras obras neoclásicas europeas son la Puerta de Brandemburgo en Berlín  de Gothard, el British Museum de Smirke en Londres y El Capitolio en Washington.

ARQUITECTURA NEOCLÁSICA EN ESPAÑA

En España, por el gran peso del arte barroco, el Neoclasicismo tendrá que vencer gran resistencia, pero desde mediados del XVIII hay un esfuerzo de depuración de formas, tarea en la que las recientes Academias ponen sus mejores empeños. Carlos III fue el principal impulsor del cambio

VENTURA RODRÍGUEZ (1.717-1.785) -Fue un arquitecto que trabajará para Fernando VI.
Obras suyas son el pase de El Prado con las fuentes de Cibeles y Neptuno, la remodelación del Pilar de Zaragoza, fachada de la Catedral de Pamplona. Ayuntamiento de Haro y diseño del de Miranda de Ebro.

FRANCISCO SABATINI (1722-1797). Realizó la Puerta de Alcalá en tiempos de Carlos III, terminó el Palacio de Oriente.

JUAN DE VILLANUEVA ( 1.739-1.811), Fue el más importante arquitecto neoclásico. Diseñó edificios elegantes y magníficamente proporcionados. Fue el arquitecto del Museo de El Prado (1787), el Observatorio Astronómico de Madrid (1789) y la Puerta del Jardín Botánico.

ESCULTURA NEOCLÁSICA.

La escultura tuvo un desarrollo un tanto limitado durante el periodo del neoclasicismo. No tuvo las posibilidades de expresión que tuvo la pintura. La estatuaria neoclásica estuvo muy delimitada por las normas de las Academias de Bellas Artes, auténticos dictadores, que impusieron tajantemente normas rígidas y los modelos a seguir, impidiendo la creatividad de los artistas. Por eso, los escultores neoclásicos realizarán obras frías, muy correctas en sus cánones, medidas, posturas... pero sin "alma".

ANTONIO CÁNOVA (1757-1822). Italiano, trabajó en Francia para Napoleón. Sus obras más destacables son:

Estatua “yacente” de Paulina Bonaparte, con una visión frontal y lateral, dotada de languidez quiere representar a Venus. En los grupos escultóricos de Eros y Psique y las Tres Gracias la perfección técnica se une al estudio del movimiento y la futilidad manierista. En el bronce Apoteosis de Napoleón lo representa desnudo, con hoja de parra, lanza, manto en el brazo izquierdo y en el derecho una victoria. Absolutamente idealizado.

BERTEL THORWALDSEN ( 1770-1844) fue el gran restaurador de los frontones griegos de Egina que se encuentran en la Gliptoteca de Munich. Su inspiración en la escultura clásica es total como muestra el Jasón. Esta escultura muestra una fidelidad casi total al modelo griego del Doríforo, tan exacta como fría y distante.

En España destacan Álvaro Cubero con La defensa de Zaragoza o María Isabel de Braganza de El Prado  y Damiá Campeny con Lucrecia moribunda.

PINTURA NEOCLÁSICA (DAVID).-

La pintura neoclásica tendrá el problema de que no existían pinturas clásicas a las que imitar, excepto algunos frescos en Pompeya, todo lo contrario que ocurría en la escultura. Los cuadros son imitaciones más bien escultóricas de los relieves clásicos. Por supuesto los colores son los que los pintores neoclásicos estimaban como los más probables: colores suaves, complementarios y sin estridencias. Son cuadros sobrios, fríos, racionales, realistas, llegando casi al hiperrealismo. Para conseguir ese volumen escultórico de relieve tendrán que recurrir a un dibujo muy preciosista, detallado.

JACQUES-LOUIS DAVID (1748-1825). Es el pintor clave del neoclasicismo francés. Fue un pintor que compartía las ideas revolucionarias de la Revolución francesa. Muchos de sus cuadros expresan  ideas de libertad ante el tirano, valores cívicos, patriotismo, heroísmo...Fue el pintor favorito de Napoleón I. David se convertirá en el cronista de los acontecimientos históricos de su época (Juramento del Juego de Pelota, Asesinato de Marat, Coronación de Napoleón, etc.). Sin embargo, no actuará como cronista neutral, sino que, como partidario de la Revolución tomará partido por los acontecimientos que narra, y utilizará su arte para heroizarlos. Entre sus cuadros más importantes están:

La muerte de Marat (1793) que nos presenta al héroe agonizante, gran mancha de luz, con gran volumen y modelado, que sostiene su testamento político en el pliego en su mano izquierda, como una tarea que ha de ser seguida por los revolucionarios.

El juramento de los Horacios. (1784) representa el momento en el que los tres Horacios, los tres héroes romanos juran ante su padre defender a Roma de sus enemigos de Alba Longa. El deber y el patriotismo por encima del amor y la familia. Van a una muerte segura, sin embargo, lo aceptan heroicamente, al igual que el padre, mientras las mujeres de la familia lloran resignadas. Tiene una  marcada influencia de los relieves romanos en la colocación de las figuras, su geometricidad de líneas, arquitectura, profundidad...

Muy similar es el cuadro de Los lictores llevan a Lucio Bruto los cadáveres de sus hijos.

Madame Recamier (1793).- Que nos recuerda a las venus helenísticas en su postura un tanto indolente, con la túnica típica de la época Imperio.

Coronación de Napoleón I (1804) .Cuadro testimonio, casi de reportero periodístico de gran realismo.

Otras obras son El rapto de las Sabinas y El Juramento de Juego de Pelota, (1793).

FRANCISCO DE GOYA (1746-1828).

Aunque Goya fue un pintor contemporáneo del Neoclasicismo, se trata de un artista que supera cualquier encuadre estilístico. Su misma técnica pictórica está muy lejana del Neoclasicismo, y además su estilo sufre una evolución personal muy fuerte a lo largo de su dilatada vida (los cartones para tapices de su primera época y las Pinturas Negras del final de su vida parecen obras de distintos pintores). Se trata de uno de los principales genios de la pintura de todos los tiempos, pues recoge la herencia pictórica de los principales pintores del pasado y, al mismo tiempo, se convierte en el precedente directo de los principales movimientos pictóricos del siglo XIX y principios del siglo XX (el Romanticismo, el Realismo, Manet, Impresionismo, Expresionismo y Surrealismo).

La obra de Goya es un trasunto fiel de su vida. Es optimista en su primera época, cuando la fortuna sonríe al pintor y es pesimista cuando su progresiva sordera, los desastres de la Guerra de la Independencia y el Absolutismo de Fernando VII convierten el último período de su vida en un momento triste y dramático.

Goya es un fiel cronista de su época y utiliza su pintura para denunciar situaciones que no le gustan. Muchas veces, Goya va más allá de la realidad concreta y pone en cuestión cuestiones fundamentales de la humanidad: la brutalidad de la guerra, las consecuencias de la barbarie, de la ignorancia, la brujería, etc. En esto, Goya se acerca al Expresionismo del siglo XX y su pretensión de representar principios generales más allá de la realidad concreta.

En sus retratos Goya es a menudo mordaz, recurre a la caricatura cuando un personaje no le gusta y es capaz de captar la esencia psicológica del personaje retratado, tanto positiva como negativamente.

Goya utiliza una gran cantidad de soportes y técnicas: pintura al fresco, cartones para tapices, pintura al óleo, grabados, etc. En la pintura al óleo y los frescos la pincelada es suelta y vaporosa, a menudo Goya pinta sin dibujo previo. Asimismo la importancia que Goya da a la técnica del grabado tiene mucho que ver con sus ideas ilustradas. El grabado permitía realizar múltiples copias de tal modo que la obra del artista podía alcanzar una amplia difusión.

La temática también es muy variada: religiosa, escenas de género, temas literarios, retrato individual y colectivo, crítica social y de costumbres, “crónica histórica”, “pinturas negras” (de temática a veces inclasificable).

PRIMERA FASE: 1762-1775: período de formación y aprendizaje. Goya adquiere en un primer momento un estilo barroco y posteriormente academicista y neoclásico gracias a la influencia que recibe de Francisco Bayeu en su primera estancia en Madrid. Sin embargo, tras su viaje a Italia, Goya evoluciona hacia un realismo popular y caricaturesco que se aprecia en las pinturas de El Pilar y en el friso mural al óleo de Aula Dei (vida de la Virgen, 1772-74); a partir de este momento, el estilo de Goya es muy personal a pesar de que sufre una fuerte evolución a lo largo de su vida.

SEGUNDA FASE: 1775-1790: se trata de un período feliz y optimista en el que Goya va escalando puestos en Madrid hasta convertirse en pintor de la Corte (1785). Es llamado a Madrid y cuenta con la protección de su cuñado Francisco Bayeu.

En este período Goya pinta cartones preparatorios para la Real Fábrica de Tapices de San Fernando. Se trata de una pintura decorativa en la que abundan los temas costumbristas y amables: El Quitasol, La Gallina Ciega, El cacharrero... Formalmente se trata de una pintura colorista y luminosa en la que dominan los tonos claros.

En 1785 Goya entra al servicio de Carlos III como pintor de la Corte y además se convierte en el retratista de moda de la clase alta española. Entra en el círculo de infante Luis al que retrata en La familia del Infante Luis. Retratará a los más importantes ministros ilustrados Floridablanca, Jovellanos y otros personajes importantes de la corte. Citamos como ejemplo el retrato de los Duques de Osuna. En este último Goya sitúa a los personajes sobre un fondo neutro sobre el que destacan. Es una obra en la que domina el color, la luz y la pincelada suelta. Además el retrato va más allá del simple parecido, pues en él se percibe la felicidad y sosiego de la vida de familia que Goya ha reflejado admirablemente. Para ellos pintará la serie Primavera o las floreras, El verano o la era, La vendimia y el Invierno.

TERCERA FASE: 1790-1808: En 1790 Goya sufre una enfermedad que le deja sordo. Esta circunstancia influirá con el tiempo en la personalidad del pintor, cada vez más pesimista y encerrado en sí mismo, y por supuesto en su obra. También es la época en que Goya desarrolla sus ideales ilustrados, sobre todo por influencia de la Revolución Francesa. Así, en su obra protesta contra el atraso y la ignorancia españoles personalizados en la brujería y la Inquisición. De esta época es la primera serie de grabados que realiza, Los Caprichos (1799), en los que precisamente trata estos temas de crítica.

En 1797 pinta los frescos de la ermita de San Antonio donde una galería de personajes populares está presente en el milagro como si se tratase de un espectáculo.

Sigue realizando retratos entre los que destacan los de La Condesa de Chinchón (1800), La Familia de Carlos IV (1800), las Majas (Vestida y Desnuda), de 1801, Manuel Godoy como general.

La Familia de Carlos IV tiene ciertos rasgos de caricatura. Aparentemente, Goya se inspira en Las Meninas de Velázquez. Sin embargo se trata de un cuadro muy distinto, pues apenas tiene profundidad y los personajes se agolpan en el primer plano. Además muchos de los retratados han sido representados por Goya de una manera caricaturesca (Goya realizó retratos individuales preparatorios). Sin embargo, la propia composición tiene algo de burla o caricatura, pues en lugar del rey Carlos IV, es la reina María Luisa de Parma la que aparece en el centro de la escena mostrando su verdadera importancia en la Corte.

CUARTA FASE: 1808-1824. En esta etapa España sufre un período convulso de conflictos (Guerra de la Independencia, Fracaso de la Revolución Liberal y Absolutismo de Fernando VII, Trienio Liberal, etc.). Este período violento incide en el desencanto de Goya primero denunciando la guerra (serie de grabados Los Desastres de la Guerra, La Carga de los Mamelucos y los Fusilamientos del 3 de Mayo). En esta última obra, Goya denuncia la brutalidad de cualquier guerra y no sólo de la guerra de España. El drama del fusilamiento de los sublevados en Madrid en 1808 se acentúa con la propia conformación de la escena que realiza Goya. El pelotón de fusilamiento se encuentra de espaldas al espectador de modo que los soldados "no tienen cara", están deshumanizados, mientras que los condenados muestran en su desesperación el terror ante la muerte. Se trata de un auténtico precedente del expresionismo, una obra que influirá en pintores posteriores como Manet o Picasso.

Tras la Guerra de Independencia, las esperanzas de Goya de reformas en la sociedad española se ven frustradas por la restauración del Absolutismo por parte de Fernando VII. Apartado de la sociedad, Goya se encierra en 1820 en la “Quinta del Sordo” y realiza los espeluznantes frescos de las Pinturas Negras (La Romería de San Isidro, Lucha a Garrotazos, Saturno comiéndose a sus hijos, Viejos comiendo sopa, Akelarre). Se trata de obras sombrías propias de un hombre desencantado y sumido en un mundo de pesadilla. La temática es similar a la de Los Caprichos (brujería, superstición, ignorancia, brutalidad). Muchas imágenes son surrealistas, parecen extraídas de un sueño. En estas obras el color ya no es importante, todo está inmerso en la oscuridad, en colores terrosos de apariencia desagradable. La pincelada completamente suelta y sin dibujo es muy similar a la que más adelante utilizarán los pintores expresionistas.

A partir de 1815 realiza la serie de grabados llamados los Disparates o Proverbios llenos de máquinas y seres imposibles en un ambiente de niebla y oscuridad.

QUINTA FASE: 1824-1828. En 1824, Goya pide permiso a Fernando VII para salir de España y pasa los últimos años de su vida en Burdeos. Allí realiza La Lechera de Burdeos (1827). En esta luminosa obra, Goya utiliza una técnica pictórica consistente en aplicar manchas de color puras sin matizar. Se trata de un precedente de las técnicas que utilizarán los impresionistas.

LA PINTURA ROMÁNTICA

Los acontecimientos históricos se suceden muy rápidamente en el siglo XIX.. Los estilos cambiaron con la velocidad del naciente ferrocarril. Las comunicaciones y estilos artísticos vivieron y murieron muy rápidamente.

Con la caída de Napoleón (1.814) volvieron los reyes absolutistas ( Restauración) que trataron de borrar la revolución napoleónica y su estilo, el neoclasicismo. Hubo un grito de libertad frente a la Restauración absolutista y frente a las rígidas academias neoclásicas. Este grito lo recogió el romanticismo. Este estilo predominó en Europa entre 1.814 y 1.830. Cada vez los estilos artísticos serán más cortos en el tiempo; se queman antes, evolucionan rápidamente.
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Características de la pintura romántica

- Rechazo de las normas neoclásicas y un cierto volver a los valores de la pintura barroca (sentimiento, dramatismo, color, composición...).
- Cierto abandono del dibujo (valor neoclásico) y potenciación del color.
-.Composiciones con gran movimiento, gestos dramáticos, líneas oblicuas.
-.Focos de luz potentes junto a zonas de sombras (tenebrismo barroco).
-.Representación subjetiva del paisaje que representan situaciones de estado de ánimo ( tormentas, fuertes oleajes...).
-.Temas en los que el hombre se ve zarandeado por la política ( revoluciones) o por la naturaleza (naufragios, desastres naturales...).

Los principales representantes de la Pintura Romántica en Francia fueron Delacroix y Gericault. En Alemania, el principal pintor era Friedrich.

EUGÈNE. DELACROIX (1798-1863) fue uno de los principales pintores franceses durante la Restauración y la Monarquía de Luis Felipe de Orleáns (1830-48). 

Su obra está muy influida por Rubens, (esto se ve por ejemplo en la Muerte de Sardanápalo) especialmente por su preocupación por el movimiento y la acumulación de los personajes en un “todo orgánico” y la verosímil representación del movimiento.

La Matanza de Scio (o Quios) (1824), muestra la sangrienta represalia de los turcos contra la sublevación de los griegos. El cuadro es toda una declaración política de apoyo al movimiento nacionalista griego. Delacroix denuncia con esta obra la barbarie turca y alienta el apoyo de Francia a los griegos, herederos de la civilización más antigua de Europa. Los artistas románticos enfocaron así la Independencia Griega como una lucha entre la civilización y la barbarie. La obra refleja el dramatismo de la escena, las diferentes actitudes de sus protagonistas y el movimiento. Otras obras como Grecia sobre las ruinas de Missolonghi van en esta misma línea


La Libertad guiando al pueblo (1830) conmemora la sublevación de París contra Carlos X. Aquí Delacroix toma partido por la revolución que derroca al tirano. La acción del pueblo se pinta aquí de forma heroica, pero no alocada, pues la libertad, simbolizada por una mujer irreal o ensoñada, dirige a las masas. La faceta de "cronista" la manifiesta Delacroix, en el cuidado por representar fielmente a los grupos sociales que participan en la revolución (pequeños burgueses, trabajadores de los talleres, miembros de la Guardia Nacional, etc.).

Las Mujeres de Argel es una obra típica del escapismo romántico y su admiración por las culturas exóticas y ambientes lejanos y pintorescos. Delacroix estuvo en el Norte de África y nos dejó muchos ejemplos de su estancia allí como los Fanáticos de Tánger.  

THÈODORE GERICAULT ( 1791-1824)  es otro de los principales pintores franceses del Romanticismo. Entre sus obras hay que citar la Balsa de la Medusa y el Húsar.


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